martes, 19 de enero de 2010

Por algún lado se empieza


















Con este posteo abro este blog, cuyo principal fin es apoyar desde la izquierda al proyecto nacional y popular puesto en marcha desde el 25 de mayo del 2003. A riesgo de quedar como un aburrido, un pedante o sencillamente como un pelotudo frente a la aclaración que paso a detallar, cabe destacar la siguiente observación: lo que se muestra como la izquierda, lo que los multimedia y los grupos hegemónicos muestran como la izquierda, como una estática e inmodificable parte de la sociedad política en la Argentina, a mi entender dista mucho de ser lo que se plantea. Hablando en criollo, poniendo Julio Blanck sobre Toni Negri, ESO NO ES LA IZQUIERDA. O al menos, eso que se muestra en las calles es una parte minúscula de la izquierda, la que busca mostrarse en la televisión porque de otra forma no nos enteraríamos de su existencia, a diferencia de otros sectores de la izquierda argentina que se va metiendo otra vez en las masas y que intenta desarrollarse y construir fuerza popular manteniendo una clara línea consecuente: sostener, apoyar y avanzar hacia la profundización de los cambios con el gobierno de Cristina Fernández, como se hizo con el gobierno de Néstor Kirchner.
Nos enfrentamos a una situación en la que la derecha avanza convencida de que con los medios de comunicación hegemónicos, haciendo lobby en el Congreso y postulando solapadamente al vicepresidente como candidato al 2011 va a terminar echando por tierra la obra hecha desde el 2003 en adelante; es nuestra tarea convencerlos de que piensen bien en el costo que conllevaría insistir en métodos antidemocráticos para derrocar a una presidenta votada por casi el 46% de los argentinos. Si lo desean pueden desafiarnos en las urnas, donde el resultado es irrebatible; pero sepan que aprendimos de los errores del 2009, que no vamos y no podemos caer en el 2011. Porque la Argentina es parte de un mismo panorama latinoamericano, donde se muestra cada vez más la lucha entre las fuerzas progresistas y populares contra la reacción neoliberal y conservadora, que se va acrecentando en todas partes (basta enunciar a Honduras, Paraguay, Uruguay, Chile, etc.) Es deber irrenunciable de los sectores populares enfrentar a la oligarquía, socia local y cipaya mercenaria del imperialismo norteamericano, para profundizar los cambios necesarios que distribuyan el ingreso y hagan de esta una Patria para Todos.
Y eso implica que los verdaderos militantes de izquierda, que los verdaderos revolucionarios entiendan LA CORRELACIÓN DE FUERZAS. Pino Solanas, Lozano, Libres del Sur, etc., no pueden o no quieren ver la diferencia entre el camino abierto en el 2003 y el pasado neoliberal y entreguista del Proceso, el alfonsinismo y el menemato (lo de LdS es más alarmante dado que casi de la noche a la mañana pasaron de etiquetar al gobierno de popular a verlo como una gestión neoliberal), jugando conjuntamente en casos puntuales con la oposición golpista y reaccionaria con el único fin de derrotar al gobierno (¿para qué?, nos podríamos preguntar: para marcar territorio, para vengarse de la supuesta falta de atención en su momento a las organizaciones ahora opositoras, para estar mejor ubicados a la hora de reunir votos en caso de un golpe institucional a CFK... algunas respuestas tentativas que pueden servir como parche a la pregunta). Y eso es ser funcionales a la derecha, jugar con la reacción, en fin ser lo antagónico al papel objetivo de un revolucionario. Hoy ser revolucionario es estar del lado del Pueblo, del lado del Proyecto Nacional y Popular junto a Néstor y Cristina, porque es la única alternativa viable a a la vuelta de la derecha neoliberal al Estado para repetir los pasos dados en los '90 y reiniciar la destrucción del Estado, la capacidad del empleo de los trabajadores y la dignidad nacional frente a la arrogancia imperial yanqui. En los casos extremos, cuando las cosas se juegan el todo por el todo, no hay lugar para medias tintas: o están con las fuerzas populares, o están con los que vendieron el país, se afanaron todo, se rajaron en helicóptero y ahora se erigen como los defensores de la democracia y la plata de los argentinos. Ese dilema, esa disyuntiva tan crítica es la que tiene que resolver una parte importante de la izquierda, jugarse las ropas por una realidad concreta y no por espejitos de colores. Para nosotros es tan simple... no hace falta darle tantas vueltas.

1 comentario:

  1. Así se habla.

    Julio Blanck sobre Toni Negri... todavía me estoy riendo.

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